martes, 10 de febrero de 2015

[ACUSANDO AL SILENCIO], Tania Jasso Blancas, México, Vol. 6 Colección 2014





Acusando al silencio
Tania Jasso Blancas

PROLOGO

Cuanto más temor, más comprensión del todo; más apertura a las ideas, más palabras para evitar morir de silencio, como lo hace Tania, ni ella muere,  ni el silencio la cubre, y ese regalo de libertad, de guerra sin armas, de amores sin conveniencias, lo manifiesta, lo dibuja, lo señala.  El silencio le teme a su poesía, porque es ancestro, es semilla, no huye a la muerte, ni la convoca, la trasciende, la torea, marca el terreno de los hombres y mujeres para darles voz. Por eso el silencio está gritando, tiene miedo de Tania, sabe que ella lo puede acabar.
No es ajeno para mí que una mujer de México pueda poseer una voz revolucionaria y  me refiero a la revolución de pertenencia, la revuelta de ser. Ella es la voz que provoca las grandes revoluciones, el pensamiento de libertad.
Tania como tierra, como multitud, como anhelo, se puede llamar patria a sí misma,  porque al leerla,  todo es prístino,  todo lo que es duda con respecto a la lucha por la justicia social y por el amor se torna canto, hecho, un eterno.
Sentir por ejemplo que al leer su poema Mi gente:
Mi gente/ si se resigna/ no es mi gente/ es manada/ es enjambre/ es rebaño/…/mi gente empuja/puja/pone/…/mi gente no está acabada/ mi gente lucha.

Y cómo madre revolución, cree, advierte, exalta, cimbra en la marcha un futuro prometedor, conste que dicho destino es y será prerrogativa de quiénes luchan por el bien del pueblo. Y lo manifiesta una y otra vez,  hasta volverse inmaterial, cósmica, universo, hasta darse como presencia para el otro, hasta dar existencia a sus retoños. En ella, marchamos, no para la guerra, sino para la redención, no para alejarnos, sino para ser y señalar a quienes profesan el credo de las mentiras.
Marchamos a veces más lejos/cruzamos ríos, desiertos, muros/eludiendo guardias perros, helicópteros/burlando al hambre/ al cansancio/ a la muerte/…/nuestra marcha no es de una tarde/no es de un día/…/vida que depende de unos cuantos/que no marcharon…

Y como toda melodía hermosa, ella cambia de tono, no sin sorpresa, lo íntimo universal se manifiesta, lo que importa es amar, y sufre en el proceso porque lo incierto, como el silencio es un vividor,  irreal pero existente.
En Espejo se confiesa humana, corpórea, pero fuerte, porque no piensa en sí misma, si no en sus seres amados, porque carece de egoísmo y busca ser prevenida, inteligente, mujer, madre de luz.
¿Cómo cambiarte /hija el escenario?/…/¿Cómo desempañar tu espejo?/…y no escuchar/…esas palabras que lastiman/como dibujarte/un paisaje seguro/ cómo quitarte el miedo/

Posee un fino sentido del humor, manifiesto en  Abajo, arriba…porque ni los de abajo ni los de arriba se ponen de acuerdo en asuntos de política, de construcción en comunidad.
Los de abajo/ dan su vida por un mañana/ los de arriba se empeñan en que sea ayer.

Tania migra en Otra madre, es migrante con su corazón, con sus ojos de águila, de niños, de olvidados. Camina a su lado, añora a su lado. No  tiene desdén por el extranjero, por las tierras extrañas,  al contrario unifica, agradece, pero denota un gran respeto y nostalgia por los que se van por razones ajenas a sus sentimientos, a los que abandonan por el pan en plural, por los que trabajan y agachan la cabeza, por la indiferencia de los poderes, a los migrantes de a pie, los admira, los rescata, limpia el tabú de la esclavitud moderna y la sobrevuela, para demostrar ese estoicismo que posee el trabajo honesto, aquel que deja infiernos y atraviesa otros, para llegar a trabajar por su familia, no importando la edad.
Fui hija legítima de una tierra/destierro voluntario/paisajes conocidos como telón de fondo/menudos olvidos/…ráfaga de anhelos/quebrados por el mesías/que tendría que abrirme camino/tomo mi cuerpo, mi mochila/mis hambres y mis monedas/…perforé la línea/ y me adoptó/ en silencio mi nueva madre/
…hoy, de pie en la entrada en la entrada-salida/espero que mi canto/cruce el río, el desierto,  el muro/para que mi madre tierra legitima/lo escuche y me reciba.
Y como canto, regresa al placer, al cómplice amor de lo sensual, a lo primario y profundo en su texto Qué más da…
Qué más da si te gozo/qué más da si nos ven/si la vida es diversa/ si tomo tu mano/ si tomas la mía/si…si…/si, qué más da

Así que Tania es sirena de mares, de hombres, de madres, es un océano, miles de ellos andando, y termina con su creación, con su carne, con su hija, el Bello reto, ella pródiga, se transforma, ama, acompaña, tolera, empuja, arenga, existe, alienta, se abandona, todo mientras señala y acusa al silencio.

Abrazos poeta, eres una travesía.

Diana Vallejo



AÑORANZA

Recuerdo los rostros exaltados,
espantados, violentos, lúcidos,

hoy tristes, apagados, resignados,
dimitidos, confusos.

¡Qué pena!,
¡qué pena,
añorar esa  violencia!



ROBO

Una tarde, un asalto.
¡Oh Dios, que no nos pase!
¿Es rutina?
¿A todos nos toca?

Una bolsa, unos pesos
tarjetas, identificaciones
te lo llevaste todo
libertad, tranquilidad, cosas…
¿Y a cambio?
A cambio dejas la ruina
el llanto… el miedo

¿Por qué valerse del miedo
para buscar un sustento?



MI GENTE

Mi gente, si se resigna
no es mi gente,
es manada,
es rebaño,
es enjambre.

Felizmente
mi gente empuja
puja, pone, coge, corre
camina, aguanta, suelta,
aunque nos embosquen
nos estafen, nos engañen,
seguimos urdiendo futuro.

Mi gente no se ha resignado,
mi gente no está acabada,
mi gente lucha.



HOY

Hoy, los que no saben hablan
y los que saben no hablan.
Voluntad flexible,
a disposición tranquila.

Hoy, quietud contraída de la acción,
apariencia de inhabilidad para hacer,
pero el tiempo es oportuno.
Uno actúa, uno se mueve
y revuelve la línea,
uno se adelanta
sin disposición a las influencias.

Hoy,
nada establece respeto
la discreción se pierde
y el eco del grito

romperá el mañana.



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